GOODYEAR,
Arizona.
Por encima de las
pequeñas matas de cactus y las flores que adornan la entrada del complejo de
pretemporada de Cleveland se puede avistar un nuevo cartel que sirve tanto de
recordatorio como motivador.
“Campeones de la Liga Americana 2016”, reza.
Los Indios tienen varias asignaturas pendientes.
A un swing de vencer a los Cachorros de Chicago en una épica
Serie Mundial el año pasado, los Indios, que incrementaron su nómina a casi 130
millones de dólares tras el sorpresivo fichaje del toletero Edwin Encarnación
en el invierno, apuntan a volver a la postemporada y esta vez para arrasar con
todo.
“Todos están muy orgullosos de lo que alcanzamos el año
pasado, pero todos quieren intentarlo otra vez”, afirmó el segunda base Jason
Kipnis. “Queremos volver. Al fin pudimos saborear esa fruta y queremos estar
otra vez ahí y permanecer ahí”.
Con una de las mejores rotaciones de las Grandes Ligas, un
bullpen con toda clase de variantes y una alineación que recupera al estelar
Michael Brantley tras una lesión, Cleveland saldrían en busca de ganar la Serie
Mundial por primera vez desde 1948. Su sequía es la más larga en las mayores.
De un equipo que perdía 94 juegos en 2012, los Indios ahora
son una potencia.
Están determinados a borrar el recuerdo del Clásico de Otoño
del año pasado, cuando dilapidaron una ventaja 3-1 sobre los Cachorros, que
completaron la remontada al imponerse en un memorable séptimo juego que se fue
a episodios extra. La victoria de Chicago no solo desata un festejo en el
césped del Progressive Field, pero un despliegue de estima en todo el mundo por
los Cachorros y sus fanáticos, al tener que esperar 108 años para bañarse con
la champaña de campeones.
Cleveland debía masticar la amargura de la derrota. Pero
también queda esperanza.
Por haber llegado tan lejos en la postemporada sin Brantley,
por echar de menos a los abridores Carlos Carrasco y Danny Salazar, por perder
al abridor Trevor Bauer en la serie de campeonato de la Liga Americana cuando
se cortó el dedo meñique al reparar un dron en casa, los Indios derrocharon
perseverancia. También que tienen mucho más por dar.
Se quedaron cortos por muy poco, y ahora vienen dispuestos a
dar ese paso faltante.
Kipnis mencionó el ejemplo de los Reales de Kansas City, que
se recuperaron tras perder el séptimo juego de la Serie Mundial de 2014 para
coronarse campeones al año siguiente.
“Ellos tenían claro que tenían que volver”, dijo Kipnis.
“Sabían que necesitaban muy poco para completar lo que les faltó el año previo,
buscaron las piezas que les faltaban y lo hicieron. Nosotros queremos seguir la
misma ruta y aquí tenemos gente que ya tuvo la experiencia y lo que se
necesita hacer para volver”.
El manager Terry Francona ha puesto hincapié en cuidarse de
no dormirse en sus laureles.
“Por la calidad de nuestros jugadores, por lo que ya han hecho,
la gente cree que tienen la oportunidad de obtener algo especial”, afirmó
Francona. “Ahora toca salir y cumplir, y hay todo para hacerlo.... Si fuiste
recompensado el año pasado, vamos a hacerlo”.
En Cleveland entienden que Encarnación es la pieza que
faltaba para ganar