"Esos nunca se han
leído lo que nos dejaron como legado Lenin y Mao, como grandes defensores de la
educación. Decía Lenin que “El principio de la educación es predicar con el
ejemplo” y que “Por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la
educación se asciende a la libertad”. Como se ve para Vladimir Lenin, con la
educación se logra la libertad”, eso dice el seudo Educador Santos Sila en su
artículo más reciente.
Predicar con el
ejemplo!!!, te dice eso algo señor encargado de la fracasada Tanda Extendida en
Barahona?, de ser así, tu ¨conciencia¨ te tiene que estar remordiendo.
Este señor debería de revisar su pasado, el cual no es muy
bueno ni aquí ni en el extranjero, Barahona es muy pequeña y todo se sabe, hoy
bautizado como un “educador”, pero que en las tinieblas más oscura de su
historia deja ver ese cinismo extremo, violento, chantajista, doble moral,
manipulador, oportunista, simulador y mentiroso que en nada se concibe como
agente de cambio educativo, lo que pasa es que la sucia y asquerosa
politiquería bautiza personas de las más baja y los mete al sistema educativo.
Si el Ministerio de Educación se respetara, personas como
esta no figuraran en su nómina, porque ponen en vergüenza la educación
dominicana. Este personaje, de ser un técnico docente en Jornada Extendida se
involucra en todas las reuniones y espacio como son: administrativos, recursos
humanos, construcciones, mantenimiento, descentralización, alfabetización,
contratos de personal, y sobre todo suplidores del almuerzo, en donde demuestra
una actitud como si fuera parte del INABIE o tener algún interés especial,
tratando de incidir en la distribución o cambios de los suplidores en las
escuelas y, en otros casos, presionando centros que entren a la jornada
extendida sin tener condiciones, solo para presentar estadísticas muertas y
obtener pingues beneficios con la venta de alimento a través de sus cocinas.
La actitud de usted señor, es la que ha puesto en jaque mate
muchas salidas a situaciones por su forma de querer presionar, creando
distintas confrontaciones dentro y fuera de su espacio de trabajo. Yo lo resto
a usted a que nos pongamos en el balance de la historia y de seguro que
nuestras vidas son muy distintas. Estamos en disposición de ir donde usted
quiera, para que la sociedad barahonera sepa quién es de la luz y quien de la
sombra.
Señor Sila, si usted se leyó a esos clásicos, lo tuvo que
haber hecho al revés, toda vez que su práctica poco seria, dice todo lo
contrario. Su práctica, muy alejada de su prédica, demuestra que se leyó muy
bien, pero a Maquiavelo en su obra cumbre: El Príncipe, en la que se describe
distintos modelos de Estado para imponer la fuerza, la perversión y el azar, que
es la forma más adecuadas para su superveniencia. En la citada obra, Nicolás
Maquiavelo, concluye que el príncipe debe aparentar poseer ciertas cualidades,
ser capaz de fingir y disimular bien y subordinar todos los valores morales a
la razón de Estado, encarnada en su persona.