Productores de aceite de guaconejo usan árboles con muerte
natural
El doctor Franklin Fajar, especialista en química y farmacia,
defendió a la industria de aceites esenciales de los ataques, sin fundamentos
científicos, que hacen algunos sectores que la acusan de talar o matar árboles
de guaconejo.
Fajar, con estudios superiores en las universidades alemanas
de Colonia y Bonn, aclaró que es la madera muerta de manera natural que
permanece en suelo del bosque, con el aceite encapsulado, la que se recolecta
para llevarla a las fábricas procesadoras.
“Solo se procesa el guaconejo que tiene un largo tiempo de
haber muerto, pues si el árbol verde es cortado o si se precipitara su muerte,
la madera no tendría valor alguno para la industria de aceites esenciales, ya
que no tendría componentes de oxidación como son los alcoholes, porque la
calidad del aceite no sería la indicada, ya que no contendría alcoholes,
expresó.
Aseguró que no es justo, técnicamente ni por sentido común,
acusar a los productores de aceite de Amyris de causar deforestación.
Sobre el origen de esos ataques, los atribuyó a dos razones:
a la falta de información de gente bien intencionada y a la actitud de algunos
periodistas corruptos, ignorantes y de mala fe, a quienes no les importa
destruir una industria en procura de recibir sobornos.
Fajar dijo que algunos han recurrido a la manipulación de
publicar videos donde aparecen troncos cortados de 12 pulgadas de grosor que
son presentados como madera cortada de guaconejo, lo cual solo puede confundir
a los ignorantes que no saben que el diámetro de este árbol no pasa de 5
pulgadas.
Afirmó que la industria de aceites esenciales es la más
supervisada del país, pues ha recibido varias inspecciones de técnicos del
Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, del Jardín Botánico y de la
Junta Agroempresarial Dominicana, que han confirmado in situ que los
productores de aceites esenciales solo consumen leña producto de la muerte
natural del árbol.
Agregó que la industria también ha recibido la visita de
instituciones europeas, con una reputación bien ganada por su gran
responsabilidad social y ecológica.
Informó que la industria de aceites esenciales ha jugado un
rol protector del medio ambiente y también puede contribuir a la promoción de
las especies de guaconejo que hay en el país. Afirmó que los recolectores y suplidores
de guaconejo es gente que vivía del corte de árboles para utilizarlos como
postes y traviesas, prácticas que han abandonado tras encontrar una nueva
fuente de ingresos, amigable con el medio ambiente, porque no implica el corte
del árbol.
“Estos recolectores y suplidores han tomado conciencia de la
importancia de cuidar al árbol hasta completar su ciclo de vida, para poderlo
aprovechar después de muerto para la industria”, destacó Fajar.