Rafael Matos Féliz
La Ciénaga es un municipio costero de la provincia Barahona, con una superficie de 111.2 km2 y una altura que va del nivel del mar hasta más de 1 km (de 0 a 1,300 msnm).
Limita al norte con el municipio de Barahona, al sur con Paraíso, al oeste con Polo y El Platón y al este con el mar Caribe. La vegetación es bosque húmedo subtropical y bosque húmedo, con una precipitación anual promedio entre 655 y 2,500 mm. Unos 651 productores desarrollan la agropecuaria y otros se dedican a la mina de Larimar. En la zona baja, la gente se dedica a la pesca, construcción, venta de artículos varios, etc.
La Sección de Las Filipinas, es la más conocida del municipio por la extracción artesanal de la pectolita de color azul, llamada Larimar. La pendiente de sus suelos va desde 16% hasta más del 64%; lo que significa que son muy inclinados y corresponden a la clase se suelos VII; aptos para bosques y para cultivos de montañas. Varias microcuencas se localizan en la zona, como son, la del Río Bahoruco, Río La Ciénaga, y las de los arroyos Brazo Seco y Los Chupaderos.
Para el año 2011, una señora de Barahona solicita a la Dirección Provincial de Medio Ambiente, permiso para limpiar un solar de 4 tareas en la cercanía del camino a Santa Elena; próximo al chequeo militar de la carretera Barahona-Enriquillo. El permiso se otorgó y se advierte que es solo para limpiar el área indicada y se prohíbe cualquier otra actividad que no sea el desyerbo del terreno solicitado.
En abril del 2012, en plena campaña electoral Presidencial, vacacionistas de la Semana Santa de ese año, informan que se ha hecho un desmonte y una remoción de terreno en el camino que va a Santa Elena, cerca del chequeo militar. Cuando se indaga, se conoce que una empresa de nombre Kapangim SDR Enterprices ha hecho una remoción y desmonte de terreno en unas 20 o 30 tareas y está haciendo un vaciado en concreto para instalar una planta trituradora de rocas calizas para producir carbonato de calcio.
En visita realizada por la Alianza Estratégica al lugar, se cuestiona a un extranjero que aparenta ser promotor de la minera y él señala que tiene todos los permisos para intervenir en la zona, pero que no los portaba en ese momento. Informamos a la Dirección Provincial de Medio Ambiente sobre el caso y se descubre que la intervención es ilegal y que solo posee una carta de No Objeción del Ayuntamiento de Barahona, para la cual, la alcaldía se apoyó en la limpieza del solar de la señora señalada arriba.
La Dirección de Medio Ambiente detiene los trabajos y somete ante la Procuraduría Medioambiental a la empresa infractora. Se le aplica una sanción administrativa de RD$1,350,000.00, por los daños hechos, se le paraliza la intervención y lleva el caso a los tribunales. Allí, la empresa violadora, llega a un acuerdo y se declara culpable de las violaciones y se le multa con 150 salarios mínimos, con la advertencia de no hacer nada si no cuenta con los permisos de ley.
La empresa había entregado una autorización de extracción de caliza en La Descubierta, indicando que la transportaría desde allí hasta la planta trituradora en Barahona y que esa era la que convertiría en carbonato de calcio. Luego, como algo insólito y una ofensa a la inteligencia humana, desde la capital el Ministerio Ambiente “autoriza” a la empresa, para que saque una “muestra” de caliza de Las Filipinas en La Ciénaga, nada más y nada menos que 2,500 (dos mil quinientos) metros cúbicos para análisis de laboratorio. ¡Diablo que muestra del demonio!
Cuando la minera inició (2012), estaba el Periodo de la España Boba del Ministerio Ambiente, es decir, la gerencia de Ernesto Reyna. Luego en el periodo de la Cosa Brava, el de Bauta Rojas, se les dan los permisos para que destruya las montañas de Las Filipinas y Los Chupaderos, sin importar daños a los bosques, a las microcuencas, y todo, “a favor de la conservación ambiental” que es la responsabilidad del Ministerio Ambiente. ¡El que se opone a eso, está en contra del desarrollo! ¿Verdad?
Como colofón, la empresa ha “puesto” comunicadores a publicar fotos de “regalos” a embarazadas, a personas de los poblados, mascotas a niños y grifos de agua en algunos lugares. Ahora construye una carretera desde Las Filipinas a los Chupaderos para llegar a Santa Elena y arribar directamente en la planta. Así nadie ve ni sabe lo que sale de la mina de “carbonato de calcio”. ¡Viva el desarrollo!
El autor impulsa el desarrollo sostenible en Sur del país
Tomado de la Lupa del Sur