Por Petronila Dotel, para el periódico VicenteNobleDigital.com
VICENTE NOBLE-BARAHONA: La República Dominicana posee cinco
grandes cuencas hidrográficas. La cuenca del Yaque del Norte, la del Yaque del
Sur, la del Yuna, la del Ozama y la cuenca del Artibonito. La cuenca
hidrográfica más grande de la isla es la del Artibonito y la más grande de
nuestro país es la del Yaque del Norte.
La Cuenca del Yaque del Sur es la tercera
en tamaño e importancia. Existen otras
cuencas consideradas cuencas menores. El río Yaque del Sur nace en la
cordillera Central, en la Loma la Rusilla al igual que el Yaque del Norte.
Recorre unos 183 km por el valle del San Juan y el Valle de Neiba, desembocando
en la Bahía del Neiba. Los principales
afluentes de esta significativa cuenca son: El Rio Grande o del Medio, Río Las
Cuevas, Río Los Baos, el Río San Juan; este último es el mayor afluente de
dicha cuenca.
Recientemente
estuve en mi querido pueblo natal Vicente Noble y vi con mucha pena y horror la
indudable sequía que afecta a tan vital
rio. De ese río depende la vida de muchos pueblos, de mucha gente, de animales
y plantas. Un río es un ecosistema, es decir, un conjunto de componentes vivos
que interrelacionados con los factores abióticos, constituyen condiciones
ambientales para la vida. Si el Yaque muere,
mueren los valles que este poderoso rio alimenta. Muere la región y con ella el
país.
Para nadie es un secreto que la desaparición de ríos va en aumento en
nuestro país. Es una situación muy peligrosa y siento que como ciudadanos y
ciudadanas, pero sobre todo como país, no estamos poniendo la debida atención
al enorme problema que es la extinción de recursos tan vitales como es un río.
Reconozco la existencia de grupos ambientalistas atentos y activos ante estos
problemas; sin embargo hacen faltas más
voces que se unan o nos unamos a la perentoria tarea de salvar nuestros
recursos naturales.
Nuestra
isla es la más rica en recursos hídricos del Caribe. El agua es un recurso que
escasea en el planeta. El mundo está ante un eminente caos de continuar escaseando
tan preciado líquido. Nosotros somos parte de ese mundo, más aún, somos parte
de un de las zonas más empobrecida del país. De ahí que si este río, nuestro
Yaque desaparece o sigue reduciendo sus aguas, la pobreza golpeará con más
fuerza, a los que viven en ella y agregará a muchos miles más.
¡Salvar el Yaque es una tarea urgente, es una
tarea impostergable, es una necesidad prioritaria!