Se trata de sectores desplazados del gobierno de Leonel Fernández, con quien actuaron en alianza en la campaña electoral pasada. Están llamados a ser opositores al régimen del PRM
Por Germán Reyes
Santo Domingo.- El presidente electo Luis Abinader, a solo días para su juramentación, es objeto de una feroz campaña de parte de los sectores de ultraderecha autodenominados nacionalistas que, al parecer, procuran un giro en la anunciada política respecto a las relaciones con Haití contenida en el programa de gobierno que enarboló durante la pasada campaña electoral.
Se trata de sectores desplazados del gobierno de Leonel Fernández, con quien actuaron en alianza en la campaña electoral pasada y que ahora están llamados a ser opositores al nuevo régimen.
En el gobierno de Fernández ocuparon la Dirección General de Migración, entre otras direcciones generales y ministerios, ocasión en la cual en lugar de una disminución, creció tal vez como nunca antes el ingreso de haitianos indocumentados estimulados por la pobre vigilancia realizada con escasos y arcaicos medios tecnológicos y de movilidad en poder de los efectivos asignados a la seguridad fronteriza.
Contra el canciller propuesto
Abinader anunció que al asumir la Presidencia de la República designaría ministro de Relaciones Exteriores al diplomático y académico Roberto Álvarez, lo cual de inmediato desató una ola de señalamientos críticos en el sentido de que promovería la nulidad de la sentencia 168-13 emitida en 2013 por el Tribunal Constitucional (TC) para regular el otorgamiento de la nacionalidad dominicana.
A Álvarez se le señala porque supuestamente dijo hace seis años, cuando a la sazón hizo de coordinador de Participación Ciudadana, que de mantenerse la polémica sentencia del TC el Estado dominicano seguirá ganando fama de violador de los derechos humanos por haber despojado de la nacionalidad dominicana a hijos de indocumentados.
Para desmentir esa versión, el canciller propuesto dijo que existe una confusión sobre el tema debido a que dicha sentencia fue dictada por el Tribunal Constitucional, y completada con la Ley de Naturalización 169-14, “que resolvió los conflictos generados a partir del fallo”.
Lo del vídeo
Además de la profusa difusión de mensajes por las redes sociales y medios de comunicación respecto a las posiciones de Álvarez, los nacionalistas pasaron a la difusión de un vídeo donde se presenta a supuestos haitianos que corren hacia un destino no precisado, pero que insinúan sería hacia territorio dominicano.
El vídeo deja un vacío respecto a la falta de las debidas indicaciones del lugar donde ocurrió la supuesta “invasión” de haitianos, la manera en que fue filmado ni por quién o por quiénes en una frontera vigilada por una mayor cantidad de soldados debidamente artillados con armas de fuego e instrumentos de vigilancia modernos, tales como vehículos, cámaras y drones.
Expulsados y por voluntad
La agresiva controversia en procura de influir en las decisiones que deberá aplicar el presidente electo en política exterior relacionada con Haití es desarrollada en un contexto en el que cerca de 100,000 haitianos han debido retornar a su país acosados por la falta de empleos originada por la pandemia de la COVID -19 y la desprotección social a la que se habrían visto sometidos.
Datos del Grupo de Apoyo a Refugiados y Repatriados (GARR) establecen que tan solo en el primer semestre de este año las autoridades dominicanas deportaron a más de 20 mil 600 haitianos, pese a la versión oficial de que las repatriaciones fueron suspendidas debido a la pandemia.
Asimismo, otros 78,000 de esos extranjeros regresaron de manera espontánea a través de puntos fronterizos oficiales y no oficiales.
Abinader en su programa de gobierno
El presidente electo en principio fue puesto en la mirilla por parte de los sectores de ultraderecha luego que algunos medios locales, incluso haitianos, difundieron el contenido de la política que seguiría respecto a las relaciones con Haití.
En el documento «Una política exterior para el gobierno de cambio» del programa de gobierno, el Partido Revolucionario Moderno (PRM), propone construir «una política de Estado» basada en una profundización de los lazos «que unen y diferencian a los dos pueblos, que han sido y seguirán siendo independientes y soberanos… pero cuya colaboración es esencial e inevitable”.
Se establece en el documento narra que los conflictos a menudo son causados a partir de «ideas a menudo basadas en mentiras históricas», construidas en ambos lados de la frontera.
El PRM propone «despolitizar la relación bilateral». «El gobierno del cambio brindará un apoyo constante al pueblo haitiano, al tiempo que declara que no hay, y que no habrá, una solución dominicana a la odisea haitiana».
Destaca que respecto a Haití se partirá de cuatro ejes fundamentales: una política exterior transparente y de buena vecindad, el desarrollo integral de la frontera, una política de seguridad nacional efectiva y la promoción del desarrollo de Haití.
Aspectos más directos planteados por el PRM se refieren al relanzamiento de la Comisión Mixta Bilateral, a la que proporcionaría los medios técnicos necesarios. También, resolver los temas claves para la normalización de la relación bilateral, que son el expediente migratorio y «la nacionalidad de los descendientes de padres extranjeros en situación irregular». La solución a estos problemas se buscará «con sensibilidad y respeto por los estándares nacionales e internacionales que obligan al Estado dominicano».
Asimismo, el documento subraya «la importancia estratégica del mercado haitiano para las exportaciones dominicanas». Estas exportaciones aumentaron de 114 millones en 2000 a 1.423 millones de dólares en 2014.
El PRM señala que «el comercio con Haití es totalmente asimétrico» a favor de República Dominicana. «El gobierno del cambio revisará proactivamente la producción haitiana para alentar el aumento de las compras dominicanas para lograr una mayor equidad en el comercio».
Genera encanto en Haití
Pese a las ácidas críticas de los nacionalistas del patio, los postulados de la política exterior del presidente electo, contenidos en el programa de gobierno de su partido, el PRM, generaron una especie de encanto en Haití, según se observa en los medios de comunicación y las redes sociales.
Incluso, el presidente Jovenel Moïse no pudo esconder su satisfacción por los postulados del programa de gobierno del PRM que aplicaría Abinader en relación con Haití, difundidos en su influyente periódico Le Nouvelliste, con la firma del periodista francés Jean Michel Caroit, radicado en República Dominicana.
Moïse, en ocasión de inaugurar la ampliación del aeropuerto de Jeremie, en el extremo Oeste de la isla, se vanaglorió por haber sido el primer presidente de país alguno que felicitara al presidente dominicano salido de las elecciones del pasado día cinco, con quien habría intercambiado mensajes alentadores.