Por Daniel Urbaez
Barahona. La carencia de agua potable, cortes energéticos
prolongados y mosquitos en cantidades incalculables, caracterizan las primeras
semanas del gobierno de Luis Abinader.
La falta del preciado líquido se ha extendido a diversos
municipios de la provincia, sobre todo a los de la cuenca baja del Yaque del
sur y el cabecera de Barahona.
La carencia ha incrementado la venta por parte de suplidores
de agua, situación que irrita a personas que deben disponer de dinero para
contar con el líquido en sus hogares.
En lo que concierne a los apagones están a la orden del día,
con una facturación elevada y vagas justificaciones de los cortes.
Usuarios del servicio energético se quejan que la nueva
administración de Edesur, quitó el servicio 24 horas sin dar especificaciones
al respecto.
Las explicaciones de las autoridades competentes brillan por
su ausencia, llenando de ira e impotencia a una población que creyó en un
cambio positivo para el país.