Como equipo técnico que estuvo a cargo de la conducción de las políticas económicas del gobierno del Ex Presidente Danilo Medina, teníamos pensado otorgar 100 días de tregua al nuevo gobierno antes de comenzar la labor propiamente opositora.
Sin embargo en vista de las imprecisiones y argumentos erróneos que fueron expresados en el discurso del pasado jueves, nos hemos visto obligados a convocar este encuentro de prensa para aclarar algunos puntos y ofrecer una
versión más completa del estado actual del país.
A nuestro parecer, el Gobierno cometió un error, frente a eso, no vale escudarse en la crisis, ni hacer uso de ambigüedades ni, por supuesto, tratar de desacreditar a otros para salvar la cara.
Obviamente, se buscó la salida fácil de criticar a la anterior gestión, en un intento de cambiar el foco de la discusión.
Durante este encuentro nos vamos a limitar a señalar algunos errores e
imprecisiones que tuvo ese discurso desde el punto de vista económico.
Para iniciar, cuando se afirma que la pandemia no es la única culpable de la crisis, sino que “durante años el gobierno fue instrumento de corporación partidaria” y que eso ha producido la crisis, al parecer se desconoce que en el período 2012-2019 el país tuvo un crecimiento del PIB del 6%, el más alto de toda la región de América Latina y el más alto del país en los últimos 40 años,
con la inflación más baja de toda la historia, apenas un 2.7% en promedio.
También se desconoce cómo en el período 2012-2019 la pobreza bajó un 18.7%, a su mínimo histórico a finales de 2019, mientras que la pobreza extrema bajó un 7.2%, también a su mínimo histórico, y eso por un aumento de los salarios reales de 33.1%, entre otras cosas por la creación de 889,986 empleos netos.
Y esto no solo lo decimos nosotros, lo dice el actual Ministerio de Hacienda
cuando en el documento para emitir bonos elaborado el 17 de septiembre por el actual gobierno, llamado “Offering Memorandum”, que cualquiera puede consultar, dice en la página 20 que el crecimiento promedio de la economía entre 2015- 2019 ha sido de 6.1%, o cuando dice en la página 41 que el aumento
en el PIB per cápita y el ingreso per cápita se debe al crecimiento económico y la mejora en los niveles de empleo entre 2015-2019.
En este documento el actual Ministerio de Hacienda reconoce en la página 62 que el desempleo ha caído de 7.5% en 2015 a 5.9% en 2019, alcanzando un mínimo histórico de 5.1% en 2017. Dice también que el incremento en la
participación de la fuerza laboral se debe principalmente al crecimiento de la economía dominicana.
Es este Ministerio de Hacienda el que expresa textualmente en la página 64 que entre 2015 y 2019 la pobreza se redujo considerablemente, y que entre los factores que explican la reducción de la pobreza está el apoyo gubernamental a las MIPYMEs y la política de inversión pública de construcción de escuelas.
Entonces, ¿cómo se puede decir que el PLD manejó mal la economía, si el
Ministerio de Hacienda tiene escrito y publicado un documento que elogia ampliamente el manejo económico del gobierno pasado y describe un país en franca expansión económica hasta el inicio de la pandemia? Ante esta contradicción, ¿qué podemos pensar? También se dijo que no había dinero para pago de nómina.
Pero el gobierno paga nómina entre el 23 y el 25 de cada mes, con los recursos provienentes del ingreso por pago del ITBIS que ocurre los días 20 y 21 de cada mes.
Por otro lado, se afirmó que se asumió el gobierno con una presión en la tasa del dólar.
Es errónea la mención de las presiones cambiarias y la caída en las reservas internacionales, sin aclarar que fueron resultado de la caída en el turismo, las remesas y las exportaciones de zonas francas provocada por la pandemia.
Otra imprecisión más: si vemos los datos de la tasa de cambio, que cualquier ciudadano puede consultar en la página del Banco Central, se ve que desde inicios de julio al 14 de agosto el tipo de cambio de compra apenas aumentó 16 centavos. ¿Cómo puede llamar presión en la tasa del dólar a un aumento de 16 centavos en mes y medio? De igual forma, se habla de escasez de reservas y de divisas, pero al parecer el equipo que trabajó el discurso no vio los datos de operaciones netas de divisas en mercado financiero y cambiario, que muestra que en el mes de agosto hubo operaciones netas por 1,989.5 millones de dólares en compra, el monto más alto desde que inició la pandemia.
Al hablar de reservas internacionales, en la gestión que inició el 16 de agosto se han aumentado las reservas internacionales brutas en un 58%. Por supuesto, eso es simplemente el efecto de la colocación de 3,800 millones en bonos soberanos, que están temporalmente en cuentas del Banco Central. Tan pronto se transfieran a Hacienda en pesos, se disipará este efecto estadístico temporal.
Lo que su equipo olvidó incluir en el discurso es que en febrero del presente año, a los inicios de la pandemia, las reservas internacionales netas del Banco
Central superaban los 9,863 millones de dólares.
Esa acumulación de reservas
se registró en los años de gobierno del PLD lo cual permitió manejar la crisis sin un descontrol del tipo de cambio y sin afectar la liquidez en moneda extranjera del sector privado y la banca local.
Otra contradicción que tiene el discurso con el Ministerio de Hacienda, en el documento de Offering Memorandum, es que resalta en la página 94 que la
acumulación de reservas entre 2015 y 2019 permitió pasar de tener reservas internacionales equivalentes a 3.7 meses de importaciones a 6.3 meses.
Destacamos que como medida de precaución se dejó habilitada a las nuevas autoridades una línea de crédito con el Banco de Reservas con un balance disponible de 19,000 millones de pesos, para que fuera utilizada en caso de algún faltante hasta tanto se iniciarán los desembolsos de los organismos
internacionales cuyos préstamos ya se habían negociado y solo estaban a la espera de aprobación congresional.
Reiteramos que el gobierno del presidente Medina dejó unos 1,100 millones de dólares negociados con organismos internacionales, disponibles para ser utilizados por la nueva administración.
Ese monto se desglosa de la siguiente
manera: 750 millones de dólares provenientes del BID, de los cuales 500 millones fueron recientemente aprobados por el Congreso Nacional, 250 millones de dólares a ser desembolsados por la Agencia Francesa de Desarrollo y 100 millones de dólares provenientes del Banco Mundial.
Adicionalmente, se dejaron unos 14,000 millones de pesos en bonos listos para ser colocados en el mercado interno.
Resaltamos que el nuevo gobierno que preside el licenciado Abinader, lleva una trayectoria de endeudamiento que en poco tiempo habrá superado el monto total de la deuda contratada por el gobierno del presidente Medina en sus ocho
años de gestión.
Al final del 2021, esta administración se habrá endeudado por lo menos en unos 7,000 millones de dólares, según las cifras aportadas por las mismas autoridades.
Esta comisión técnica es de opinión que el monto de endeudamiento del
gobierno será mucho mayor en el 2021 debido a la subestimación del déficit contemplado en el proyecto de presupuesto para el próximo año.
El proyecto de Ley de Presupuesto 2021 contiene una estructura de gasto sin mayores cambios que los presupuestos elaborados y ejecutados en los últimos años de gobierno del Presidente Medina.
Esto desmiente de forma rotunda la afirmación de la presente administración de que se ahorraría más de 150,000 millones de pesos del gasto dispendioso del pasado gobierno.
Cabe señalar que el presidente Danilo Medina nunca tuvo asignados gastos de representación ni tarjeta de crédito, ni viáticos. Tampoco fue una práctica frecuente la asignación de gastos de representación y tarjetas de crédito en las entidades del gobierno central de los últimos 8 años.
En lo que concierne a los ingresos estimados para el 2021 en el proyecto de
presupuesto que cursa en el Congreso, afirmamos que dicha estimación está sobre estimada y podría haber un deficit real en las cuentas fiscales proyectado para ese año el cual sería mayor que el 3.0 % del PIB que se plantea en el referido proyecto de Ley.
El gobierno debe demostrar cuáles son las medidas que adoptará para cumplir con el aumento en los ingresos de más de un 15% respecto al 2020 que contempló en el proyecto de presupuesto 2021, cuando la economía se proyecta que crecerá 9.2% en términos nominales. Nunca antes se ha verificado un incremento de tal magnitud en las recaudaciones en ausencia de una reforma fiscal.
Finalmente y más allá de lo dicho en el discurso, preocupa lo que no dijo y que, entendemos la ciudadanía merece se le explique. Por ejemplo: Qué quiere decir cuando se refiere a no habrá nuevos impuestos pero en otro momento afirma que sí “se aumentarán las recaudaciones fiscales por encima de la estimación base y se potenciará la venta de activos”.
¿Significa esto que no habrá impuestos nuevos pero sí se subirán los que ya existen? ¿Significa esto que se privatizarán bienes públicos?
Si es así, debería explicarse cuales impuestos se van a subir y qué bienes se van a privatizar.
El gobierno debería explicar qué negociaciones han hecho para vender activos del gobierno que les permiten estimar que tendrán ingresos de capital por más de 89 mil millones de pesos en 2021.
¿Qué activos públicos van a privatizar? ¿A quiénes? ¿A qué precio? ¿Y mediante qué procesos?
Un gobierno transparente debería explicar claramente a la ciudadanía bajo qué condiciones pretende vender el patrimonio de los dominicanos.
Otro tema sobre el que no se ha explicado suficiente es el acuerdo con la Barrick.
La población merece saber, al menos, qué tasa de descuento negociaron para el adelanto de impuestos, cuántos años van a ser adelantados y qué precio del oro
se usó en las proyecciones.
Es importante aclarar que un adelanto del pago de impuestos es igual a colocar deuda, con la diferencia que la colocación de deuda se hace de forma competitiva y transparente, siempre con aprobación congresual. Lo que ha
hecho el gobierno, en cambio, es un acuerdo que se desconocen sus detalles, de espaldas a la sociedad, a las demás fuerzas políticas y a los controles parlamentarios.
Sería conveniente que se explicara al país la razón del aumento en la nómina de Cancillería para el próximo año, si previamente prometieron disminuir el gasto
de nómina en dicha entidad, o por qué le ponen partidas presupuestarias a OISOE y a FONPER, si supuestamente ya las cerraron.
No menos notorio es que la nómina pública refleje un aumento de 68 millones de pesos en el presupusto del 2021 con relación al de 2020, a pesar de ser una promesa de campaña y la constante crítica al sobre-abultamiento de la nómina
pública realizadas por el PRM.
Por nuestra parte, desde distintas instancias nos mantendremos vigilantes al manejo de las políticas públicas, haciendo una oposición constructiva y objetiva. Esa oposición que ayuda al contrapeso del poder como garantía de la
democracia, y que muchas veces tiene que salir a aclarar y mostrar la verdad.
Este equipo técnico reafirma su compromiso de participar en el debate público con argumentos objetivos, con estadísticas y propuestas de políticas públicas
basadas en evidencia, pues de esa forma entendemos se colabora con el manejo de la crisis y con el fortalecimiento de la democracia.
Muchas gracias.