Civiles, armados con armas blancas, destruyen viviendas de familias con más de 15 años en el lugar
Adalberto de la Rosa
SANTO DOMINGO: La rabia y el desconsuelo de Quirino Peña saltan a la vista al observar el amasijo de hojas de zinc, varillas y pedazos de bloques que quedaron de lo que fue su casa y su colmado durante más de 15 años en el desalojado barrio Los Cerros de las Américas por la avenida Ecológica, próximo a Ciudad Juan Bosch.
El ruido de las palas mecánicas y la bulla de la Policía junto a civiles armados con armas blancas lo hicieron despertar a las 5:00 de la madrugada junto a los vecinos y no le dieron tiempo más que a ponerse algo de ropa cuando de inmediato le tumbaron todo casi encima, dice.
Todo lo que tenía lo perdió. “Los tigres”, como expresa, le llevaron toda la mercancía del colmadito, el dinero que tenía su esposa y destruyeron la cama, los muebles y echaron abajo la vivienda en la que había invertido todo lo que había conseguido en sus más de 60 años.
Es que desde hacía tiempo había amenaza de desalojo de esas familias, que según indican, se acrecentó cuando se construyó la avenida Ecológica en la pasada administración y los terrenos adquirieron más valor.
Aseguran que son tierras del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), pero que alegadamente las quiere la iglesia católica a través de la entidad “Casa Arquidiocesana María de La Altagracia”, un centro de convivencia y retiro, ubicada próximo al desalojo.
Como Quirino Peña, otros moradores sorprendidos por el desalojo indicaron que no fueron notificados y calificaron como un abuso y una arbitrariedad el hecho, porque construyeron en el lugar porque no tenían dónde vivir.
José Enrique Ogando, dirigente de la junta de vecinos del sector, dijo que tiene más de 20 años en el lugar y que ha sido una lucha constante. Recordó que en el año 2017, fruto de un intento de desalojo, mataron al teniente Mateo Ogando, hermano suyo.
“Nosotros hicimos una carta hasta el Papa sobre la intención de la Iglesia y luego dijeron que no tenían nada que ver con esto. Ahora dizque tiene un título, nosotros hemos ido a los tribunales con ellos y hay documento de que estos terrenos no son de ellos”, sostuvo el dirigente comunitario.
Patria Argentina Díaz vivía en una casita que le construyó la Iglesia Adventista del Séptimo Día, a la que pertenece, y ahora está a la intemperie. Parte de su colchón resalta entre los escombros de construcción dejados por la pala mecánica que derribó todo.
Informó que nadie les dijo del desalojo y que la sorprendieron. Señala que, incluso, entraron de manera violenta a su casa y casi la oprimen en la puerta porque entraron rompiendo todo.
Con voz entrecortada expresa: “Esperamos en Dios que use a Luis Abinader y a los que están con él para que nos ubiquen en un sitio, porque no tenemos a dónde ir ni dinero para alquilar una casa. Por Dios, no me dejen en la calle, yo tengo 69 años... estoy criando este niño huérfano que se le murió la mamá y ahora no tengo a dónde ir”.
En tanto que Alfredo de la Cruz, otro afectado, manifestó que no tuvieron piedad ni con los niños ni ancianos, que los “tigres” cargaron con las propiedades de muchos de los desalojados apoyados por la Policía.
Diario Libre acudió hasta la “Casa Arquidiocesana María de La Altagracia” para conocer su opinión al respecto, pero se informó que el “padre Juan Carlos” no estaba, que dejara un número telefónico para ofrecer su parecer, pero hasta el cierre de esta edición no se habían comunicado.
“Por Dios, no me dejen en la calle”, exclama mujer desalojada junto a 50 familias en avenida Ecológica
Tomado de DIARIO LIBRE/NEAL CRUZ)