Por: Ranfi Díaz
Tras la publicación de la información sobre la oposición que presenta la junta de vecinos del barrio Francisco Alberto Caamaño, ante las pretensiones de la instalación de una bomba de gasolina, en dicho barrio, ha surgido una multitud de comentarios de personas del mismo Caamaño, como de otros sectores y hasta fuera de Neiba, a favor y en contra de la instalación de la gasolinera.
Ante esta situación sobre la instalación de la bomba de gasolina, es pertinente evaluar sin pasiones ni cuestiones personales, si existe: ¿Razón o ignorancia entre opositores y defensores instalación bomba de gasolina en el Caamaño?, entendiendo que según la resolución 39-2021 del MICM, los permisos para estas instalaciones están prohibidos.
Para poder responder esta interrogante, debemos conocer las leyes 253, 317-72, 407-72, 520-89, 112-00 de Hidrocarburos y la 64-00 de Medio Ambiente y Recursos Naturales, sus reglamentos y ordenanzas municipales, para la instalación de bomba de gasolinas, así como de GLP. Les invito a estudiarlas.
De acuerdo con estas leyes, las estaciones de combustibles deben ser construidas en zonas retiradas de la población de personas, escuelas, hospitales, iglesias, centros deportivos, entre otras instituciones públicas, lo cual no cumple la construcción de la bomba de gasolina que se pretende construir en el barrio Caamaño de Neiba, ya que en sus alrededores tiene un INAIPI, una bomba de agua, y varios hogares habitados por residentes del sector.
Al conocer las leyes sobre la regulación de este tipo de instalación, nos damos cuenta que existe ignorancia y desconocimiento entre aquellos que defienden la construcción de la bomba de gasolina, ya que su único argumento es que este tipo de empresa traerá un supuesto desarrollo económico, pero no les interesa la salud de las personas del Caamaño y zonas cercanas.
Por lo cual, debemos aplaudir a los que tienen la razón, aquellos que conocen los efectos nocivos de este tipo de instalación en medio de las comunidades, quienes dan preferencia al cumplimiento de las leyes que la regulan, y la protección de la salud de las personas, en vez de hablar, reitero, de un supuesto desarrollo económico que no lo hemos visto con las bombas que ya tiene el municipio.
En nuestro país, se han registrado varios casos de explosión de bombas de combustibles, donde las personas del entorno, por la cercanía de las instalaciones, han resultado heridas, por lo que se hace necesario, que se regulen conforme a las leyes las instalaciones ya existentes como las que se pretenden construir en la actualidad.
Como periodista, y residente del barrio Caamaño, me uno a la junta de vecinos, dirigida por Pablo Isaac Medina, (Julin), y a todos los que de igual manera se oponen a la instalación de dicha bomba de gasolina; así como el ingeniero químico Cristian Méndez, neumólogo Humberto Méndez, y varias personalidades importantes de la sociedad Neibera que conocen los efectos nocivos que generaría la bomba de gasolina.
El autor es periodista, residente en Neiba, provincia Bahoruco.