OPINIÓN: "Una comunicación estratégica en un gobierno que integre aspectos de la teoría de la administración pública, lo organizacional, lo político, y el desarrollo, es clave para tener consenso y legitimidad en torno a su gestión; capital simbólico para sus autoridades, y articulación con los procesos comunicativos en búsqueda de una buena política".
En una buena administración se requiere de procesos y transformaciones sociales, económicas, políticas y culturales, que deben comunicarse estratégicamente en el gobierno central o local.
Pero estas estrategias tan fundaméntales para el desarrollo de una gestión y que permiten la conexión de la sociedad con los representantes del gobierno, parece no importar mucho entre los políticos y funcionarios de la provincia de Barahona.
Para la gestión gubernamental pasada, algunos funcionarios entendieron la importancia de comunicar las ejecutorias que desarrollaron al frente de las instituciones; aun así, se podían contar con los dedos de las manos las entidades que contaban con un director de comunicaciones y relaciones públicas; sin embargo, esas instituciones pudieron mostrar sus avances ejecutados y sus oportunidades de fortalecer sus debilidades.
La nueva administración, un año después, parece no entender la necesidad de un coordinador de comunicación con la formación y preparación requerida, para la gestión de información estratégica interna como externa de cada una de las instituciones provinciales y regionales que operan desde Barahona.
Pero al parecer no todo está perdido, ya que, una de quince o veinte instituciones oficiales, cuenta con un profesional calificado, y de once ayuntamientos, solo dos ostentan ese puesto.
Contar con un estratega de comunicación les evitaría improvisar; promueve ser reactivo, convirtiéndolo en un ente efectivo planificado y conectado con la ciudadanía, a quienes son los patronos que pagan el salario de cada incumbente.
La comunicación estratégica, es más que una nota de prensa.