Fue la República Dominicana, -nuestro amado y
ultrajado país- de finales del siglo XIX una de las tierras donde Hostos pudo y
supo sembrar la semilla de la redención. Su llegada estampó un antes y un después a la educación,
al debate de las ideas filosóficas, políticas, sociologías, que en aquel
contexto intentaban iluminar, y servir de guía en la búsqueda de un desarrollo
armonioso de la sociedad dominicana.
En este
11 de enero del 2022 rindo Tributo al hombre que al proponer una
verdadera revolución educativa pensó en integrar a la mujer, a los pobres, los campesinos, obreros. Hostos planteaba una
educación basada en valores cívicos y morales. Aspiraba a crear un hombre y una
mujer que se asuman como ciudadanos/as. Formar hombres completos, ciudadanos
del bien, solidarios…antillanistas, latinoamericanistas, universales; he ahí
parte de los sueños del Gran Maestro Eugenio María de Hostos.
Su legado, sus ideas y su visión siguen
presentes como armas desafiantes, porque aún no logramos dar el salto educativo
al que aspiraba Hostos y por el que tanto luchó. Hemos avanzado en todos los
órdenes, sin embargo persisten terrible males que como epidemias eternas
enferman y sepultan las aspiraciones de
un desarrollo integral.
Petronila Dotel
El nacimiento de Hostos de produjo en el barrio Río Cañas Arriba de Mayaguez.
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