Cuando la historia dominicana conmemora a sus grandes hombres, tiene indefectiblemente que posar su mirada en uno de extraordinarios méritos, se trata de quien fuera a la vez Padre, Héroe y el Mártir de la Patria. Esa trilogía apostólica recae en nuestro insigne y magnánimo Francisco del Rosario Sánchez del Rosario.
De su origen sabemos que su padre era el señor Narciso Sánchez y su madre la señora Olaya del Rosario. Ambos de condición humilde, destacándose el señor Narciso por ser una persona muy conocida dada su fama de hombre gracioso y otros atributos de su personalidad. Dedicado al oficio de “tablajero y tratante de ganado” . Los padres de Sánchez además de no ser personas adineradas comparten el hecho de proceder de parientes con orígenes esclavos.
Su origen humilde no fue obstáculo para que el joven Sánchez se superara en el aspecto educativo. Estudió inglés, latín y filosofía. Aunque fue peinetero de concha, o barbero, se superó en lo personal y profesional. Se desempeñó como escribiente, y llegó a convertirse en defensor público o abogado, nombre que recibía la carrera en ese entonces. Desempeñó el cargo de Fiscal ante el Tribunal de Apelación.
Ramón Lugo Lovatón biógrafo de Sánchez, lo describe como un hombre de “singular apostura, su fino trato, esmerada educación, modo de hablar pintoresco”.
Expresaba que Sánchez sabía tocar varios instrumentos musicales y que esas cualidades le abrieron las puertas de varias familias distinguidas de Pietermai, Curazao, cuando fue desterrado. En esa ciudad Sánchez se ganaba la vida como maestro de castellano.
• La sociedad en la que nace Sánchez.
El 9 de marzo de 1817 es la fecha en que el suelo dominicano recibe a quien 27 después será uno de sus hijos más ilustres. La época en la que nace Sánchez, es uno de los períodos más críticos de la historia dominicana. Es el periodo de la llamada España Boba, tiempo en el cual además de la penuria, la escasez, la Incapacidad por parte de España de auxiliar la colonia que voluntariamente volvió a su dominio, sobresale un vigoroso atisbo de la conciencia nacional. La España Boba no puede simplemente verse como la etapa de las penurias y las calamidades por el abondo nuevamente de España a su colonia más antigua. La España Boba fue una interesante coyuntura en la que se logra la primera proclamación de la Independencia Nacional. El 1ro de diciembre de 1821 José Núñez de Cáceres da el paso que se convirtió aunque en efímero, en el intento pionero por la emancipación de España. Para tal ocasión el niño francisco del Rosario tenía apenas 4 años.
"La España Boba" parió a gran parte de los jóvenes que en 1838 fundaron la Trinitaria y caminaron resueltos hacia la creación de la República.
• El Sánchez de la Independencia
La historia sabe seleccionar a sus hombres y mujeres para las horas claves, los momentos decisivos y trascedentes. Es así como vemos a Sánchez con apenas 27 años dar el paso más glorioso de nuestra historia: la creación de la República Dominicana. Concebida la idea de la República en el dominicano más preclaro de esa época, Juan Pablo Duarte, padre forjador de nuestra nacionalidad y ante el infortunio de no poder estar presente la noche del 27 de febrero, correspondió Sánchez tomar el control de la arriesgada tarea. La extrema confianza que depositó Duarte en Sánchez es una prueba fehaciente de la gran capacidad y liderazgo del joven Sánchez. Juan Isidro Jiménez Grullón expresa que: "Asoma, incontrovertiblemente, como una de las figuras más importantes de la gesta del 27 de Febrero y sus preparativos. Fue objeto por ello de serias persecuciones, que no lo amilanaron en el propósito."
Su valentía, don de mando, su convicción de la necesidad de continuar la obra soñada por los Trinitarios que bajo juramento se comprometieron a lograr una patria libre es consumada por la sagacidad de Sánchez y los demás hombres y mujeres que se dieron cita en aquel febrero imperecedero.
El Sánchez del 27 de febrero es el hombre que antes de la fecha gloriosa redactó el Manifiesto que anunciaría el nacimiento de la República. En ese transcendental documento se exponen las ideas centrales que justificaban la separación de Haití y el tipo de país independiente que sería la nueva República. Aunque Tomás Bobadilla se adjudica la redacción de este documento, lo cierto es que hay evidencias que aseguran que Sánchez envió un borrador a Bobadilla, es muy probable que este hiciera algunos cambios al texto original y se denominara como único autor, tal como explica el destacado historiador Roberto Cassá. Hay quienes convergen en la idea de que ese Manifiesto de enero de 1844 se alejaba de los ideales de Duarte. No obstante a juicio de historiadores como Roberto Cassá, la esencia del pensamiento del padre de la Patria Juan Pablo se mantiene, aunque es obvio que hay influencias del sector conservador.
La redacción de este importante comunicado, y la incorporación al mismo de los demás sectores que querían la separación de Haití, pero que diferían con los Trinitarios en ideas muy puntales sobre el destino del país, nos informa de la luminiscencia de Sánchez al entender que esos sectores, aun con sus ideas de escaso patriotismo era ineludible integrarlos a la separación y creación de la República. Antes, Sánchez hizo esfuerzo inaudito en hacer la proclamación sin el concurso del sector conservador, pero su agudeza y carácter de hombre práctico le dieron muestras de que solo, los trinitarios no podrían dar el paso hacia la meta soñada. Todos los preparativos para la noche del 27 de febrero estuvieron encabezados por los Trinitaritos y Sánchez como líder máximo.
El Sánchez del 27 de febrero, es el hombre que al izar el pabellón tricolor dijo al mundo que un pueblo sencillo, empobrecido por la voracidad de sus antiguas metrópolis y las clases internas que desoyendo el clamor patriótico solo prestaron sus oídos, sus ojos, su corazón a los intereses aniquiladores del bien colectivo, tenía la certeza suprema de colocarse como Nación digna y Soberana al lado de los ideales democráticos y libertarios.
El izamiento de la bandera en manos de Sánchez el mulato, el de pelo crespo, el joven que supo superarse intelectualmente, es la más representativa expresión de la madurez que como conglomerado étnico había alcanzado la sociedad dominicana. Somos un pueblo mulato y fue justamente un mulato, el que dio el paso de completar la idea soñada y esbozada por Juan Pablo Duarte, el Patricio excelso.
Tocó a Sánchez además presidir la Primera Junta Gubernativa, puesto que luego ocupó Bobadilla una que vez que Santana y su grupo se integraron a la consumada obra de aquella noche sublime. En la Nueva Junta Gubernativa los Trinitarios estaban en minoría. En ese contexto se produce el regreso de Duarte. Las rivalidades entre conservadores y liberales se agudizan al extremo de que estos últimos encabezados por Duarte propinaron un golpe a la Junta que encabezara Bobadilla el 9 de junio de 1844 eligiendo a Sánchez como Presidente. Santana en repuesta depone esa Junta y se proclama dictador. Los Trinitarios son desterrados a perpetuidad del país.
La naciente República en mano de Santana es conducida de manera disímil a los postulados duartista.
• El Sánchez de la Restauración
La notica de la anexión hecha por Santana sorprendió a Sánchez en el exilio. Estaba en Saint Thomas, lugar donde fue desterrado. Allí pasó muchas limitaciones, privaciones y enfermedades. No obstante el patriota de febrero se puso en acción inmediata. Formó una Junta Revolucionaria, encabezada por él.
El Movimiento llamado de la Regeneración buscó el apoyo del gobierno haitiano Fabré Geffrard para desde el territorio haitiano entrar a la mancillada República. He ahí el parte del que dijo al usar el suelo haitiano par desde ahí avanzar hacia la nueva lucha, la restauración de la soberanía:
El gobierno haitiano preocupado por la anexión de la Republica Dominicana a España hizo todo lo posible por ayudar a los patriotas dominicanos. Mediante una protesta publica el gobierno de Fabré Geffrard cuestionó la acción de Santana y España y consideró que la anexión era un hecho: “desproporcionado y anómalo”. Mediante un documento dirigido al ejército de Haití, el 18 de abril de 1961, el presente Geffrard, hace un enérgico llamado a las armas:
"¡A las armas haitianos! ¡Corramos a las armas para rechazar a las hordas invasoras! ¡Qué vuestra consigna sea la frase inmortal que sirvió de divisa a los fundadores de la República: Libertad o muerte. ¡Respondamos a la fuerza con la fuerza!
También llamó a Inglaterra a oponerse a la anexión. Estas y otras acciones, demuestran la preocupación del gobierno haitiano por la presencia española en la parte Este de la isla. En consecuencia decide dar el apoyo requerido por Sánchez. Sin embargo la presión del gobernador español y la amenaza real de bombardear el territorio haitiano obligaron a Geffrard a retirar el apoyo ofrecido al patriota dominicano
Este hecho fue un duro revés para Sánchez y los 20 hombres que lo acompañaron. Además de Sánchez entraron al territorio dominicano por Haití José María Cabral el cual penetró por Elías Piña y Fernando Tabera por Neiba. Ante la notica Cabral decide retirarse sin antes consultar a Sánchez. Enterado Sánchez del suceso hace lo mismo. El patriota se retiraba tranquilo pero fue víctima de traición por Santiago de Oleo, quien apoyó al patriota en su entrada al Cercado. Pero luego decidió entregar a Sánchez por temor a las represalias que pudieran realizar en su contra el gobierno español.
Y así el héroe del 27 de febrero se convierte en mártir de la patria. Fusilado tras un juicio sumario el 4 de julio de 1861 cae abatido el hombre que supo en todo momento sacrificarse en favor de la libertad, la soberanía y el respeto a la dignidad.
¡Sánchez glorioso, varón ilustre!, así lo estampa el himno que resalta su memoria. Sánchez nos deja el ejemplo del joven humilde que rompió su destino de miseria y limitaciones logrando una esmerada educación y que supo asumir la honrosa y delicada tarea de crear la República que hoy poseemos. Nos deja el ejemplo del hombre decidido, el hombre de acción, el hombre convencido del deber ciudadano, el patriota martirizado, su sangre y la de su tía, María Trinidad y su hermano sirvieron de abono a la libertad.
A pesar de las críticas que le hicieron muchos, el calado moral de Sánchez, su elevado patriotismo son estandarte de su carácter, fue y vivió en la humildad, no acumuló fortuna y como lo expresa Juan Isidro Jiménez Grullón "No puede caer sobre él, pese a que estuvo al servicio de tantos gobiernos, la acusación de peculado. Vivió siempre modestamente y muchas, veces cayó en la mayor pobreza".