RAFAEL MENDEZ
El ex presidente Leonel Fernández le lanzó lo que para muchos constituyó el más duro aldabonazo dirigido desde la oposición al Gobierno del presidente Luis Abinader, en los casi dos años de gestión al frente de la cosa pública.
“El Gobierno está desenfocado, no está acertando en cómo resolver la crisis en la República Dominicana”, resaltó con énfasis el líder del Partido Fuerza del Pueblo, con lo que pareció dejar bien claro que asume con firmeza su condición de líder de la oposición.
Pero el ex mandatario, también le advirtió al gobierno que con la idea de bajar la inflación, esta administración le está creando al dominicano un nuevo problema que no existía, y es afectar a los productores nacionales.
“Porque los productores nacionales no necesitan que importemos pollo de Brasil, lo que necesitamos es que importemos maíz para producir los pollos aquí", concluyó con énfasis sus palabras ante un nutrido grupo que se juramentaba en la Fuerza del Pueblo-
Marca un camino sin reversa
El ex presidente Leonel Fernández, y el Partido Fuerza del Pueblo que lidera, de manera definitiva marcan un camino sin reversa al encaminarse hacia un nuevo escenario, en el que resulta evidente un cambio definitivo de la línea política de oposición que había seguido durante el primer año de gobierno de la presidente Luis Abinader.
Hay que recordar que ese nuevo escenario de oposición en que el ex mandatario se ha colocado, está precedido de fuertes críticas en el sentido de que “en la actual gestión gubernamental” del presidente Abinader “se observa mucha improvisación y muchas ofertas y pocas obras concretas”.
Para Fernandez queda suficientemente claro, y por tanto marcha en consecuencia con lo que advierten algunos tratadistas, y es que “precisamente en medio de las crisis cuando los ciudadanos miran con expectativas inusitadas hacia los líderes políticos”, en primer lugar, los del gobierno y los que están en la oposición,
El presidente de la Fuerza del Pueblo entendió que no podía escurrir el bulto, y que el fuego de la pradera que había incendiado la pandemia del Covid-19, era un tremendo desafío para el liderazgo político, y que, en su caso particular, “tenía el deber de enfrentar el fuego y demostrar su capacidad, nivel de preparación y manejo asertivo, colocándose en el justo medio donde el momento histórico le había convocado”.
El autor es periodista