San Cristóbal. Los problemas de sobrepoblación estudiantil en el sistema, la falta de registros donde asentar las calificaciones y la asistencia y la falta de docentes y personal de apoyo sigue afectando el desenvolvimiento normal de las clases en los centros educativos públicos.
A diario llegan las quejas de las escuelas a los distrito educativos por la gran cantidad de estudiantes en las aulas, lo que motivó que desde el inicio del año escolar se dividieran los cursos por grupos que son recibidos por días, por la falta de espacio para tenerlos a todos juntos.
En las últimas semanas, los distritos educativos llamaron a los directores de centros educativos a integrar a todos los estudiantes, de todos los niveles, para que reciban docencia todos los días de manera presencial.
Esto ha provocado problemas en numerosas escuelas, por la falta de espacio, butacas y docentes.
"Nadie debe quedar fuera"
Dos millones 400 mil estudiantes iniciaron el año escolar 2021-2022, de acuerdo a los datos ofrecidos por el Ministerio de Educación, para recibir docencia en ocho mil centros educativos que fueron habilitados, incluidos algunos alquilados para acoger a los alumnos en clases presenciales. El Minerd instruyó a los gestores de los centros educativos del sector público “proceder diligentemente con la inscripción de todos los estudiantes cuyas familias soliciten cupos en los mismos” para cumplir la meta de que “nadie se quede fuera de inscripción o reinscripción”. Mediante una circular oficial, el Ministerio destacó que esta es “la forma de garantizar el derecho a la educación, tal y como está consagrado en la Constitución de la República”. Además, habilitó en su página web un formulario para que los padres y tutores que no han logrado inscribir a sus hijos en los centros educativos puedan registrarse, para buscarle cupos.
Una muestra es la Escuela Pablo Barinas de San Cristóbal, donde 800 estudiantes, de los niveles Inicial y Básica, reciben clases hacinados en 20 aulas y hay cursos de hasta 50 estudiantes.
Por la sobrepoblación los docentes decidieron, desde inicios del año escolar y la pandemia del COVID-19, dividir los estudiantes en dos grupos. Un grupo recibía clases lunes y martes y otro jueves y viernes. Los días que no asistían de manera presencial se trabajaba con ellos a distancia y los viernes los grupos alternaban uno cada semana.
Las autoridades del Distrito Educativo 04-03 de esa provincia ordenaron a la dirección de la escuela recibir a todos los estudiantes diariamente, lo que ha provocado la aglomeración de los alumnos en los cursos.
Al hacinamiento de los estudiantes que cursan desde preprimaria hasta el sexto grado se suma la carencia de butacas, por lo que muchos alumnos toman clases sentados en el suelo.
El Ministerio de Educación licitó, en agosto del pasado año, la adquisición de mobiliarios para el equipamiento de los centros educativos de sus 18 regionales, por un valor contratado de 945,209,174 millones.
La compra incluía butacas, pizarras, mesas, sillas, escritorios, taburetes, libreros y estanterías.
Sin embargo, las butacas no han llegado a todos los centros educativos.
A la Escuela Pablo Barinas también le hace falta seis maestros que todavía no han sido designados por el Ministerio de Educación y hay problemas para higienizar el plantel por la falta de personal de apoyo.