Sin casa, sin fuente de vida y sin apoyo oficial. dicen sentirse residentes en Las Ochocientas del sector Los Ríos de la capital. LEONEL MATOS/LD
Su esperanza. Claman para que las autoridades cumplan con la promesa de reparar las viviendas y ayudarlos a recuperar la vida perdida ese día.
Por Melanie Cuevas
EN SANTO DOMINGO, Lunes, 28 Nov., 2022: Lodo, ajuares aún a la intemperie y árboles derribados, es el panorama que recibió ayer a un equipo de LISTÍN DIARIO en Las Ochocientas, de Los Ríos, donde sus moradores denuncian que permanecen a la espera de la ayuda prometida.
A 22 días de los fuertes aguaceros que afectaron localidades del Gran Santo Domingo y el Distrito Nacional, siendo esta barriada una de las más afectadas por la crecida de la cañada, decenas de familias continúan sin un techo. El que tenían fue arrastrado por el agua junto con todo lo material que poseían.
A pesar de que pasadas las torrenciales lluvias, de aquel viernes 4 de noviembre, autoridades gubernamentales, incluso el presidente Luis Abinader, encabezaran jornadas de vacunación y entrega de ayudas, según dicen los residentes, “las ayudas solo llegaron la primera semana”.
Colchones puestos al sol, neveras y lavadoras listas para ir a la basura, acompañan la poca esperanza de los residentes de este sector, quienes dicen que lo único que han recibido es “unas cuantas funditas y un par de colchones”, de acuerdo a Jonathan Mercedes, uno de los afectados.
“Yo no tengo estufa, la nevera esta dañada, la lavadora está ahí para botarla, no hay nada, ese comedor es de caoba y lo único que queda es una silla”, narra Gerbacio Encarnación, de 78 años, al tiempo que mostró a Listín Diario lo poco que le quedó de su humilde morada de zinc y madera.
Así como don Gerbacio, esta José Estarlin de los Santos, un ebanista de 42 años, que es el sustento de su familia, compuesta por su esposa y dos hijos de 21 y 17 años, quienes ahora se ven en la obligación de vivir en una construcción sin terminar que carece de las condiciones básicas, arriba de su taller, en el cual, desde aquella tarde de lluvias, no ha podido trabajar más.
“Yo vivía bien dentro de lo que cabe pobremente, porque podía trabajar y tenía mi vehículo, pero después del 4 de noviembre, no he producido un solo peso”, relató De los Santos.
Estos son solo algunos casos que LISTÍN DIARIO pudo constatar de los daños causados por la crecida de esta cañada, que, con solo tres horas de lluvias, se llevó el trabajo y sacrificio de muchos años de estas familias.
Como medida inmediata, desde el gobierno se declaró a la provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional en emergencia y, recientemente, se dispuso de 103 mil 565 Bonos de Apoyo Familiar, con un pago único de RD$1,500 a los afectados.
Por su parte, la Alcaldía del Distrito Nacional activó un comité de prevención, mitigación y respuesta ante desastres y realizaron limpiezas en la cañada. Pese a esto, algunos habitantes de las ochocientas aseguran que eso fue solo “allante”, ya que fueron los primeros días “y jamás se han arrimado por aquí”. Los vecinos solicitan al gobierno ir en su auxilio, arreglar sus viviendas, sanear la cañada y asfaltar las calles.
CRONOLOGÍA
Las lluvias del 4 de noviembre
La tarde-noche del viernes 4 de noviembre, el Gran Santo Domingo y el Distrito Nacional se vieron afectados por fuertes precipitaciones que desembocaron en taponamientos, crecidas de ríos y cañadas, sumado a esto la caída de árboles y el derrumbe de algunas viviendas.
Estas lluvias también, provocaron el fallecimiento de nueve personas, en su mayoría arrastrados por cañadas.
Fuente: listindiario.com